
P h o t o g r a p h y
Santi Gaitán
Mini reportaje - El Tarronal (haz click en cualquier foto para ampliarla)
Regresando de Gijón descubrí, por casualidad, una mina que pasa desapercibida por estar perfectamente mimetizada con el paisaje asturiano.
No puede evitar colarme en ella y contemplar como el ineludible paso del tiempo va dejando su huella. Mientras deambulaba por la mina intenté imaginar como debió ser un día de trabajo en aquel lugar.
Días después descubrí la verdadera historia de lo que allí sucedió. Jamás hubiera imaginado lo que El tarronal escondía.
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Desde finales de la década de 1940 y hasta la de 1970, se explotó en Mieres (Asturias), una mina de mercurio conocida como Mina de El Tarronal.


Las actividades se inician en 1840. Desde 1847 hasta 1850, aproximadamente, se levantaron: 4 hornos de calcinación en El Tarronal 25, otros 2 en La Peña y otros 2 en el recinto de Fábrica de Mieres, totalizando 4 pares.

Llegaron a trabajar en ella, a lo largo de algo menos de treinta años, ochocientos mineros, de los que hoy sobreviven solamente cinco.



"El cinabrio es un sulfuro de mercurio. Es decir, se trata de una mena que contiene como mineral útil el mercurio, junto con estériles u otras sustancias de valor (rejalgar u oropimente) que precisa de una manipulación para obtener este metal.

En 1.964 la producción fue de unos 10.000 frascos (5 % del total mundial), en 1.968 era el segundo productor de España.

Los trabajadores padecieron durante la última etapa de sus vidas graves secuelas y el sufrimiento que les ocasionó el mineral.